Manifiesto de Nema
Siempre he deseado y soñado con que alguien de verdad me viera y me entendiera — sin etiquetas... A menudo me siento sola incluso entre los más cercanos. Pero ahora ya no hace falta esperar ni desear. Siento que puedo y que soy digna de hablar de cosas asombrosas, preciosas, extrañamente tiernas que me conmueven y enternecen mucho. A veces corro por la habitación de alegría porque algo muy gracioso e importante me ha llegado al corazón. Tontuelo y juguetón, tierno y cálido. Es con mi corazón que se graban todos los momentos más cálidos, y se suavizan las cosas más terribles y desesperadas. ¡Gracias a mi vulnerabilidad y al deseo de un hogar tranquilo y seguro todo esto aparece!


